Reducción mamaria
Reducción del volumen mamario por eliminación de tejido graso o glandular
Consiste en la eliminación cuantificada del exceso de tejido graso y/o glandular de las mamas, para lograr una reducción del volumen mamario.
Los motivos que lleven a una persona a decidirse por esta intervención pueden ser tanto fisiológicos (dolor de espalda, dermatitis, debajo de la mamas, etc), como psicológicos o una suma de ambos.
El mejor perfil de candidata a este tipo de intervención es el de una mujer normopeso, con buen estado físico y mental, y con unas expectativas reales de la intervención.
INTERVENCIÓN
Previa evaluación y completo estudio preoperatorio, la técnica o tipo de intervención a realizar va a variar según las características de la paciente, teniendo en cuenta que existen múltiples variables como son las condiciones de su piel, morfología y volumen de sus mamas, estado de salud de la paciente, etc.
La intervención se realiza en ambiente hospitalario y bajo anestesia general, suele durar unas dos o tres horas. En el mismo acto se le colocan unos drenajes para evitar que se acumule sangre en las zonas operadas y se le coloca un vendaje elastocompresivo. Tras una corta estancia de unas horas en la sala de reanimación, pasa a la habitación del hospital.
POSTOPERATORIO
Los primeros días de la intervención se debe tener especial cuidado con los movimientos, evitando realizar ejercicios físicos. A la semana se retiran el vendaje y los puntos de sutura, colocando un sujetador tipo deportivo que sujete bien las mamas.
Habrá que tener especial cuidado con la correcta cicatrización de las heridas, siendo habitual el uso de distintas cremas o geles o productos que ayuden a dicha cicatrización.
Normalmente el periodo de baja laboral que requiere este tipo de intervención es de una a dos semanas.
Para poder realizar ejercicios físicos y poder mover los brazos con total soltura tendrán que pasar unas cuatro o seis semanas más.